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Rincón de Oración

Pintura que representa la Santísima Trinidad

SANTO TRISAGIO

La Fiesta de la Santísima Trinidad fue establecida para todo Occidente en el año 1134 por el papa Juan XII. Se celebra el domingo después de Pentecostés.

El Trisagio (Tris=tres veces, agio=santo) es un himno en honor de la Santísima Trinidad, una oración de adoración y alabanza.

V. Dios mío ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme.


V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


V. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal.

R. Ten piedad de nosotros.


V. Padre nuestro…

R. Danos hoy…


V. A ti sea la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh Beatísima Trinidad.

R. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.


(Se repite tres veces el responsorio anterior)


V. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal.

R. Ten piedad de nosotros.


V. A ti, Dios Padre Eterno.

R. A ti, Hijo Único, a ti Espíritu Santo Defensor, santa e indivisible Trinidad, te confesamos con el corazón y con la boca, te alabamos y te bendecimos, a ti la gloria por los siglos.


V. Bendigamos al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R. Ensalcémoslo por los siglos.


Presidente: Oremos. Dios Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a todas las personas tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad todopoderosa. Por Jesucristo nuestro Señor.

R. Amén.



Ntro. Padre Jesús del Rescate

ORACIÓN AL RESCATE

Padre mío y Redentor,

dulce Jesús del Rescate,

yo te pido por tu amor,

que ese amor tuyo me mate

antes que serte traidor.


Que si en mí traición cupiera

para quien murió por mí,

mil veces más me valiera

morir donde y como quiera

que separarme de Ti.


¿Vivir sin Ti? ¡Qué locura!

¿Morir sin Ti? ¡Qué tormento!

Ofenderte en un momento

sería eterna amargura,

y un eterno sufrimiento.


Quiero conocerte más

para mucho más amarte;

quiero servirte y honrarte

con todo lo que me das

hasta en el cielo gozarte.


Y pues eres todo mío

y todo tuyo ser quiero

y en Ti tan solo confío

yo te entrego mi albedrío…

se Tú mi Rey verdadero.


Padre mío y Redentor,

dulce Jesús del Rescate,

yo te pido por tu amor,

que ese amor tuyo me mate

antes que serte traidor.


Fray Albino González Menéndez-Raigada